El enemigo silencioso del matrimonio
Me declaro culpable de haber pensado, cuando era mucho más jóven e infinitamente menos conocedora del tema, que las parejas más felices eran las que nunca se peleaban. Aquellas parejas que todos conocemos que parecen tener todo en orden; y puede que así sea. Pero también puede ser que estén dejando que aquel enemigo que en ocasiones pasa tan desapercibido esté invadiendo su relación.
A pesar de todo lo que se sabe acerca de los riesgos dentro del matrimonio y todos los estudios que se han hecho sobre los factores más populares que llevan a las parejas a terminar en divorcio, existe un asesino del matrimonio que no recibe tanta atención y que puede ser igual de dañino. Tiene el potencial de deteriorar lentamente los cimientos del amor y la confianza de una relación y causar tanto distanciamiento en la pareja que se convierten en verdaderos desconocidos viviendo en la misma casa, el silencio.
Estos matrimonios me preocupan mucho. Al no comunicarse comienzan a construir una brecha emocional entre ellos que lleva al desánimo, la soledad y genera resentimientos. El silencio desgasta el amor, la intimidad y la confianza emocional que sostiene la relación en pareja.
Al principio, este silencio puede preocupar a la pareja o al menos a uno de ellos. Incluso hay parejas que intentan diferentes cosas para mejorar la situación; sin embargo, en un gran número de casos aceptan el status quo como normal y dejan que el silencio invada su relación. Un camino seguro a la soledad, incluso cuando están en compañía uno del otro.
Pero, ¿qué hacer para romper con el silencio? Te comparto siete ideas.
1. Hablen de lo que sienten y lo que necesitan sin culpar al otro.
2. Platiquen de sus anhelos, sus miedos y aquello que tanto les preocupa.
3. También, platiquen de temas más superficiales, como que ya va empezar la temporada de football americano y qué equipo creen que va a ganar el Superbowl (los Packers, por supuesto) o cualquier otro tema.
4. No se vayan de casa sin darse un beso y decirse “Te amo” y hagan lo mismo en su reencuentro.
5. Caminen tomados de la mano; busquen estar físicamente cerca.
6. Vayan al cine y platiquen de lo que más les gustó de la película.
7. Salgan solos una vez a la semana o al menos cada quince días, puede ser algo sencillo como ir a tomar un café o por un postre.
Puede que al principio sea incómodo romper con el silencio pero vale la pena; verás que tú y tu pareja estarán mucho más conectados. Por otro lado, si crees que verdaderamente no se puede romper con el silencio, busca ayuda de un experto en matrimonio y familia que pueda acompañarlos y orientarlos. En Ipitayo contamos con expertos en el tema que te pueden ayudar a resolver tus inquietudes.
Un matrimonio feliz, amoroso y unido es fruto del diálogo abierto, honesto, respetuoso y continuo. Así que no te calles, habla… habla mucho y deja que tu pareja también hable; y lo más importante, escucha atentamente con el corazón.
