top of page

¿Comunico o Converso? Estrategias para una comunicación más eficaz.


¿Alguna vez te has encontrado dentro de una conversación en donde la persona con la que estás hablando parece estar escuchando, pero sólo para darte una respuesta y no para verdaderamente entenderte? ¿Cuántas veces has sido tú esa persona, que por las prisas, por otras preocupaciones, porque el tema se te hace de poca importancia, porque estás pensando en otra cosa o en el celular, o simplemente porque no estás seguro de cómo conectar con la persona, sólo respondes a lo que te están diciendo sin realmente ser empático y entender al otro?

La persona, comunica todo lo que es a través de su corporeidad. Es el cuerpo, aquel que expresa todo lo que hay en el interior de la persona. La persona misma se descubre a través de su corporeidad, al igual que at través de lo que comunica el cuerpo de las personas que le rodean desde día uno de su vida. Pero, si la comunicación es algo tan natural en la persona, dado que a través de ella se descubre y descubre el mundo que le rodea, ¿por qué es tan difícil expresar lo que hay en mi interior? ¿Por qué es tan difícil poner al descubierto mis sentimientos ante el otro? La respuesta es más sencilla de lo que creemos, expresar lo que siento me hace vulnerable ante los demás. Permito que entren en mi intimidad, en aquello que si no lo expreso de alguna forma, podría quedar en lo secreto. Desnudar el interior y expresarlo a través del cuerpo, ese es un verdadero reto.

Personalmente, comunicarme con los demás, especialmente aquellos más cercanos a mí, ha sido un camino de aprendizaje, de lucha interior, de romper barreras y paradigmas, y lo más difícil de todo identificar lo que siento y qué produjo ese sentimiento. Recuerdo una noche, cuando mi esposo y yo aún éramos novios, en donde sentí un fuerte sentimiento de angustia y tristeza ante un situación. Estuvimos en el jardín de mi casa con el cielo totalmente oscurecido, viendo a las estrellas durante ¡una hora! (sino es que más), esperando a que yo pudiera abrir mi corazón y decir aquello que guardaba en mi interior. No era porque no confiaba en mi entonces novio, ahora esposo, sino porque no sabía nombrar lo que sentía. Pienso en aquel instante y puedo visualizar perfectamente aquel momento: en el pasto, uno a lado del otro, viendo las estrellas y yo ensayando cada palabra que quería pronunciar. Pero en mi conversación interior no había nada de sentimientos, era tan sólo un conglomerado de palabras tratando de explicar lo que sentía. Recuerdo la frustración que percibía crecer en mi mente al no poder articular ni media palabra y a la vez la gran gratitud ante la paciencia de mi esposo en ese momento. Por fin pude decir lo que estaba circulando mi mente. Aún así, con todo el tiempo que tuve para pensar sólo conversé pero no comuniqué completamente lo que había en mi interior, esos sentimientos de angustia y tristeza.

Uno de los motivos por los cuales no comunicamos sino conversamos, es porque no sabemos identificar y nombrar lo que sentimos. En ocasiones los sentimientos se reducen a estar bien o estar mal. Pero estar no es sentir. De hecho bien y mal no son sentimientos. Existen una grama inmensa de sentimientos que se pueden producir en una persona (pero de eso hablaremos en otra ocasión).

La expresión emocional es transmitir abiertamente sentimientos de forma verbal y no verbal. La expresión emocional se extiende más allá de la simple articulación abierta de lo que sentimos; incluye comunicar esos sentimientos de tal forma que pueden ser comprendidos y experimentados por el receptor. La expresión verbal, son las palabras que emitimos; mientras que la no verbal son el tono de voz, los gestos, el contacto visual o falta de, y el leguaje corporal. Cuando somos honestos acerca de nuestros pensamientos y sentimientos, nuestra expresión verbal y no verbal son congruentes, ambas van en la misma dirección. Es cuando éstas están fuera de sincronía, cuando las cosas tienden a salir mal.

En la práctica, ¿cómo puedo expresarme eficazmente?

A continuación encontrarás algunas estrategias que te pueden ayudar tener una mejor comunicación y a entender más a aquellos que están tratando de comunicarte algo.

Para entender mejor al otro:

  1. Mantén contacto visual: verdaderamente ve al otro. No se trata de un concurso de quién es capaz de mantener la mirada fija en los ojos del otro más tiempo, sino de ver al otro cara a cara, estar ahí completamente con la persona.

  2. Observa el leguaje corporal: ¿qué te dice? Es coherente su postura, su mirada y su tono de voz con los sentimientos y las palabras que está expresando? Te dice sentirse feliz, ¿pero su mirada es de tristeza o enojo?, etc.

  3. Únete al otro: Parafrasea lo que te dice (para verificar que estás entendiendo sus palabras). Identifícate con los pensamientos de la persona: “Lo que dices tiene sentido…entiendo que pienses así…” (incluso se vale decir no entiendo totalmente tu pensamiento pero quiero entender…) Por último, identifícate con sus sentimientos: “Me imagino que sientes…”

Para comunicarme:

  1. Informa – Primero es importante explicar la situación actual. No generalices utilizando frases como siempre, nunca, todo el tiempo, etc.

  2. Di lo que sientes – Siento: tristeza, alegría, miedo, herido, frustración, angustia, enojo, maravilla, sorpresa, decepción, etc.

  3. Di lo que piensas – ¿cuáles son tus opiniones acerca de lo que ocurrió? Tus opiniones o creencias de lo ocurrido pueden ser diferentes a las de la persona con la que te estás comunicando. Aquí no se trata de juzgar si lo que piensa cada uno es correcto o incorrecto, simplemente es tener perspectiva de lo que cada uno opina del tema o situación.

  4. Di lo que necesitas – ¿Qué te gustaría recibir de los demás ante está situación?

  5. Di lo que estás dispuesto a dar – Ya pusiste sobre la mesa lo que necesitas, y tú, ¿qué estás preparado a ofrecer? Puede ser, una disculpa, tiempo, ayuda, un abrazo, tomar cierta actitud, empezar algo nuevo, etc.

Sin embargo lo más importante para una comunicación eficaz es, practicar y practicar más. Quizá al principio no se sienta natural hacerlo de esta forma, pero con el tiempo se volverá algo nato como respirar. Te invito a que lo intentes y que no sólo converses sino que comuniques.

A ti, ¿qué es lo que más te cuesta al comunicarte?

Bibliografía:

1. Perdiz, O. (2015). Amar: misterio y proyecto. Huixquilucan, Edo. Mex: Instituto Cencalli S.C.

2. Stein, S.J, Book, H.E, Kanoy, K. (2013). Emotional Intelligence and Your Academic & Personal Success. San Francisco, CA: John Wiley & Sons, Inc.


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No tags yet.
Síguenos
bottom of page